lunes, 15 de marzo de 2010

Quise hacer un guiño a mi procedencia costera.

- Un suceso anunciado –


Una sombra camina hacia el puerto,

una sombra se para al borde

recordando lo que fue antaño.

Hace años que no sonríen sus ojos,

se ha olvidado del sonido de su risa,

ya no roba rosas en los jardines

ni, corre agarrado de una mano.

Hace años que no escribe cartas de amor

ni presta sus camisas a nadie.

La mar le ha robado esos pequeños placeres

y a pesar de todo le atrae cada día

como un perfume embriagador.

Ya no sonríe al sol

ni es capaz de abrazar a otra mujer,

y los recuerdos le van aplastando

poco a poco.

La tristeza sólo le hace llorar

hasta que un día una sombra desapareció

en la mar, y ya, nunca más

se le volvió a ver,

pero en su lugar

se vio a dos pececillos volar

hacia la felicidad.

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